Hace ya un tiempo que colecciono velas.
Velas grandes y pequeñas, olorosas y de colores.
Sencillas y de formas complicadas.
Con símbolos hindúes y grabados celtas.
Las tengo todas, apagadas, en mi pequeña habitación azul.
Me gusta observarlas allí, apagadas, en mi pequeña habitación azul.
A simple vista... son objetos vacíos, sin vida.
Bonitas, hermosas, pero vacías.
Sin embargo todas ellas tienen algo precioso, único y propio, que hace mágica su existencia.
Luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario